La Consejería de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua de la Generalitat valenciana ha puesto en marcha un plan en los arrozales del Parque Natural de la Albufera con la finalidad de mejorar la precisión de los tratamientos contra la Pyricularia grisea, la enfermedad más importante y destructiva del cultivo del arroz en los últimos años, especialmente en algunas variedades. Además, afecta al cultivo en todos sus estadios de crecimiento y afecta a todas las partes de la planta, explicó la Consejería. Para luchar contra la Pyricularia se ha instalado un capturador de esporas y una estación meteorológica, unos instrumentos que permiten a los técnicos de sanidad vegetal disponer de los niveles de humedad ambiental y la presencia de esporas presentes en el cultivo, factores de los que depende la intensidad de la infestación, y por tanto, del daño producido. Con este seguimiento "se puede prever con mayor exactitud el momento óptimo para realizar la aplicación de los distintos productos fitosanitarios empleados para frenar el desarrollo de esta patología en los cultivos y recomendar su utilización a los agricultores", destacó la Consejería de Agricultura. Los responsables del estudio han colocado además diversas plantas "testigo" en esta zona arrocera. Se trata de ejemplares que se arrancan cada semana y se continúa con su cultivo en los invernaderos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). Esta práctica permite determinar con gran rigor el grado de infección, así como observar la evolución de estos cultivos al aplicar el correspondiente tratamiento en diferentes momentos. También está previsto que los investigadores lleven a cabo diversos ensayos con diferentes materias activas, especialmente las incluidas en productos fitosanitarios de reciente autorización, para evaluar diferentes combinaciones que permitan obtener la mayor eficacia posible y evitar la aparición de posibles resistencias. La Consejería de Agricultura defendió que esta iniciativa "permitirá conseguir el máximo control de la enfermedad a la vez que se reducen el número de tratamientos necesarios, lo que supone un notable ahorro de costes para el conjunto de arroceros de la Comunidad Valenciana". En la actualidad, el control de la enfermedad se basa en el control químico, así como con otras medidas de carácter cultural como el adecuado manejo de la paja del arroz, el uso de semilla desinfectada y certificada o la utilización de las variedades más resistentes a la pyriculariosis, entre otras. TOMADO: http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/2011/07/07/201881.php