Todos los plazos se cumplen, finalmente dentro de muy pocos días entrará en ejecución el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Esta debería ser una noticia buena para todos los colombianos, sin embargo para la mayoría de observadores con esta nueva modalidad de intercambio comercial habrá ganadores y perdedores. La agricultura colombiana de ninguna forma puede ser parte de los perdedores, porque sencillamente la población rural de nuestro país no tiene porqué pagar ningún precio para que se beneficien otros sectores como la industria y el comercio. En tal caso sería Colombia la que pierde, y en última instancia la Paz y esto al final es lo menos conveniente para el país que todos queremos en el futuro. El sector agrícola no está solo, tenemos gremios, pero sobre todo tenemos un gobierno que debe respaldarnos y protegernos. Hay otros sectores de la economía nacional que no lo necesitan, porque ya están protegidos por la libre empresa y el sector financiero, y respaldadas, en muchos casos por multinacionales. El sector arrocero se ha venido preparando de tiempo atrás con un programa tecnológico muy completo denominado Adopción Masiva de Tecnología AMTEC, que nos ayudará de forma decisiva a aumentar los rendimientos y reducir los costos, con miras a ser más competitivos con los arroces importados de los Estados Unidos, al mediano plazo. Para implementar este programa se necesitara de un fuerte apoyo gubernamental consistente en crédito con ICR, para invertir en la maquinaria requerida para transformar nuestro sistema productivo. La estrategia para mejorar la competitividad tiene que pasar por cambios sustanciales en los sistemas de comercialización de la materia prima. No podemos seguir siendo el único país del mundo que comercia arroz Paddy verde que es un producto perecedero que nos obliga a venderlo en las siguientes 24 horas después de cosechado. Los arroceros Colombianos necesitamos integrarnos hacia adelante para poder tener la suficiente capacidad de negociación a través del tiempo con la industria. No basta con ser más eficiente desde el punto de vista productivo sino que debemos mejorar la comercialización. La actitud del gremio sigue siendo proactiva en busca de las acciones para garantizar la sostenibilidad en los 215 municipios de Colombia donde se cultiva el producto. No esperamos milagros, ni soluciones mágicas, solo la cooperación de nuestro gobierno para que juntos saquemos adelante al sector más importante de la producción de los alimentos básicos de la población menos favorecida del país.