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Mezclas bacterianas promueven el crecimiento del arroz

Los consorcios diazótrofos permiten aumentar la producción de arroz, al promover el crecimiento vegetal. El muestreo se hizo en el norte y el sur del Tolima y en el Meta. La producción de arroz podría mejorar gracias al desarrollo de consorcios bacterianos, unos microorganismos que juntos estimulan el crecimiento de la planta. A través de algunas mezclas bacterianas, se ha potenciado el crecimiento vegetal de los cultivos de arroz. Las rizobacterias son las responsables de este incremento porque son fijadoras de nitrógeno y reducen el acetileno presente en este cereal, lo que posibilita un crecimiento más acelerado. Los diazótrofos tienen una gran variedad taxonómica, se encuentran en diversos hábitats y pueden actuar en diferentes ambientes: “El uso de estos consorcios permite la conservación del tejido de la planta y mejora la contaminación bacteriana. La misma planta prepara a la bacteria para colonizar, lo que tiene un efecto promotor de su crecimiento”, asegura Javier Vanegas Guerrero, candidato a doctor en Biotecnología de la Universidad Nacional. Por otra parte, entre los efectos de la implementación de estos consorcios en la producción arrocera se encuentran: la asimilación de más nutrientes, la ocupación de diferentes nichos en la planta, la remoción de productos inhibitorios y la combinación de mecanismos que estimulan el crecimiento vegetal. Un mundo arrocero La gran demanda de arroz exige tomar medidas para incrementar su producción, a través de cultivos que tengan mayor rendimiento. En Colombia se cultiva arroz inundado mediante riego artificial y secano (de agua lluvia). Vanegas adelantó su investigación, a través del muestreo de ocho fincas en Tolima y Meta, a fin de indagar sobre la manera de mejorar la productividad del arroz implementando consorcios diazótrofos. De esta manera, caracterizó agroecológicamente las condiciones fisicoquímicas del suelo y estudió la actividad nitrogenal de los cultivos. Por otra parte, evaluó dos estrategias para la obtención de consorcios bacterianos cuyos resultados permiten pensar en una industria arrocera más productiva. “Usamos enriquecimientos continuos en medio libres de nitrógeno, logramos obtener tres consorcios que promovieron el crecimiento vegetal y diseñamos mezclas bacterianas para este fin”, afirma. Asimismo, cinco mezclas bacterianas y doce cepas obtenidas de los consorcios no definidos permitieron estimular el crecimiento de las plantas de arroz. Así, a través de pases consecutivos en las plantas, un consorcio no definido, dos mezclas específicas y tres cepas provenientes del consorcio, el investigador logró hacerlo. Finalmente, Vanegas resalta que la respuesta a la inoculación siempre dependerá de las cepas evaluadas, de los cultivos de arroz y del tipo de suelo. “Este trabajo permitió obtener consorcios no definidos, mezclas bacterianas y rizobacterias con actividad promotora del crecimiento de las plantas. Esta investigación constituye una valiosa herramienta para el avance del desarrollo de inoculantes mixtos en estos cultivos”, concluye.