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Arroz colombiano amenazado por el contrabando y los monopolios

Para Gonzalo Sarmiento, empresario agrícola del departamento del Tolima y líder del sector arrocero, en estos momentos el país está abastecido del grano y preparado para enfrentar el reto del TLC, pero afirma que el gobierno debe poner freno al delito del contrabando y a los monopolios. En concreto, el problema que tienen los productores del grano en el Tolima, es el de la posición dominante que vienen manteniendo algunos comercializadores, que monopolizan el producto en detrimento de los pequeños productores; no obstante, la fluctuación en los precios, el abastecimiento está garantizado. "En este sentido, lo que más preocupa es el impacto que en el mercado nacional están teniendo los grandes cargamentos de contrabando que están llegando desde países como Ecuador, Perú y Venezuela, lo que mantienen amenazado al grano nacional, a tal punto que el sector podría irse a la quiebra de no tomarse medidas que contrarresten dicha situación", estableció Sarmiento. Por ejemplo, continúa el dirigente, “en la zona del Putumayo, concretamente en Orito, se han establecido unas empresas que incluso tienen nexos con la guerrilla y donde ni siquiera al ICA o las autoridades debidamente establecidas se les permite el ingreso y se ha convertido en una zona vedada y no se entiende cómo donde hay dos mil hectáreas sembradas, están llegando 20 mil o 40 mil toneladas de arroz al país, lo que se convierte en una fachada para realizar contrabando técnico desde el Putumayo; la situación ha sido denunciada ante el ministerio de defensa, ante la DIAN y ante todas las autoridades, pero nadie ha hecho nada al respecto". A raíz de la aprobación del TLC con Estados Unidos se espera la llegada de grandes contingentes de arroz de dicho país y por lo tanto las medidas legales se deben reforzar, dijo Sarmiento, quien agregó que "hoy las condiciones para los cultivadores son de expectativa y positivas, por que el arroz fue uno de los productos de dicho tratado que mejor fue negociado." Sin embargo, Sarmiento teme que las fluctuaciones y la baja del dólar, así como los problemas de la macro-economía, puedan desestabilizar sus planes.