El Ministerio de Hacienda expidió una resolución que avala la contratación del empréstito de esta operación externa. El Gobierno Nacional continúa buscando el respaldo de la banca multilateral para la financiación de los proyectos de las diferentes carteras ministeriales a través de créditos en el exterior, los cuales han sido aprobados en el Consejo de Política Económica y Social (Conpes). Precisamente el sector agropecuario podrá contar, a partir de la fecha, con un crédito por un monto de US$50 millones. La operación externa se desarrollará con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo de las Naciones Unidas. Los recursos tendrán el fin de financiar el proyecto “Construyendo capacidades empresariales rurales, confianza y oportunidad”, liderado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Hay que decir que el préstamo fue avalado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público con la Resolución 1911 de 2012, la cual ratificó lo aprobado por la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, en junio pasado, en un paquete de créditos por US$300 millones. Los términos y las condiciones financieras del empréstito externo a los cuales deberá sujetarse será de un plazo total de 18 años, con un período de gracia de 3 años. La tasa de interés será basada en Libor DEG (tipo de interés para dólar) semestral o el promedio de estas tasas semestrales de las monedas que conforman la canasta DEG. Para la financiación en euros: tasa Euribor más el diferencial variable. Cabe anotar que esta operación deberá incluirse en la Base Única de Datos de la Dirección General de Crédito Público y el Tesoro Nacional del Ministerio. El proceso para buscar la contratación de este crédito se dio gracias a la aprobación del Conpes 3709 de 2011. El objetivo del proyecto de desarrollo agrícola es dar oportunidades de ingresos y empleo a las iniciativas de campesinos, pequeños productores y microempresarios rurales que necesitan músculo financiero para soportar sus operaciones. Asimismo, busca aumentar la dotación de capital social entre la población beneficiaria mejorando las oportunidades de acceso a los servicios básicos. Igualmente, mejorar la seguridad alimentaria en la población rural más pobre de los territorios seleccionados y apoyar el acceso a servicios financieros, especialmente a través de seguros y productos de ahorro.