El PIB rural es uno de los de menor crecimiento frente al promedio de la economía. Las leyes de Restitución de Tierras y de Desarrollo Rural son los aspectos para mostrar. ¿Qué le pasa al agro? Esa es la pregunta que ronda por estos días a los analistas económicos, luego de conocer la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) del primer semestre del presente año, en donde la actividad agropecuaria registró una caída de 0,4 por ciento, frente al mismo periodo del año pasado. Este dato está muy por debajo del 4,7 por ciento registrado para el total de la economía entre enero y marzo pasados. Junto con la construcción, el rubro de agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca es uno de los de menor dinámica de crecimiento del país, a pesar de ser una de las cinco locomotoras de la economía en las que el Gobierno ha puesto las esperanzas del desempeño productivo en los próximos años. De acuerdo con lo señalado por el Dane, los resultados no distan mucho del deficiente desempeño registrado durante los ocho años del Gobierno anterior. Aunque el comportamiento de la actividad rural muestre una leve recuperación, no se puede afirmar que el sector está encarrilado hacia su despegue definitivo. La locomotora se está volviendo a mover, después de haber estado en un taller de dónde este Gobierno la sacó y la colocó en la carrilera, afirma el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo. Durante los años 2008, 2009 y 2010, la agricultura no creció, y en el 2011 creció 2,2 por ciento, a pesar de que fue un año muy difícil porque se acentuaron la revaluación, el invierno y cayó la producción cafetera. Sin embargo, crecer 2,2 por ciento en el 2011, frente a un PIB de 5,9 por ciento del total de la economía, evidencia un rezago, pues la producción del campo no avanza al mismo ritmo que el resto de la actividad productiva. Pero la respuesta a la pregunta ¿qué le pasa al agro? tiene que ver con la persistencia de varios factores adversos registrados durante muchos años, como las fallas en la comercialización, el atraso en infraestructura vial, los altos costos de producción, y otros más recientes, como la revaluación del peso y el cambio climático. En medio de estas dificultades, los cultivos y las actividades más promisorias del campo no han podido alcanzar la modernización y un nivel de competitividad que les permita hacerle frente a la competencia externa y conquistar nuevos mercados. Incluso, casos de éxito como el de la palma de aceite han dejado claro que la agricultura nacional aún tiene una estructura de costos superior a la de sus principales competidores. Por su parte, el café no ha tenido el mismo comportamiento de otras épocas, afectado por el invierno, pese a que los precios de los últimos dos años le han favorecido. Otros productos estrella del agro, como flores, azúcar y banano, se han visto afectados por la debilidad del dólar, generando un descenso en sus ingresos. Los cultivos de ciclo corto (sorgo, arroz y soya) apenas logran mantener su área y volumen de producción, con excepción del maíz, cuyo producto está renaciendo con el plan País Maíz. El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, dice que la locomotora va bien, pero con problemas generados por factores externos como la revaluación y el invierno. Sin embargo, es optimista frente al futuro de la actividad, gracias a una posible mejoría en los precios. INVIERNO: AGRO NO SE RECUPERA Los productores aseguran que aún no han podido superar el impacto del invierno registrado entre 2010, 2011 y parte del 2012, que dejó anegadas casi 1,2 millones de hectáreas y grandes pérdidas, ocasionadas por la emergencia. Hay consenso en que el impacto que en su momento causaron las lluvias fue apenas el comienzo del problema, y que el cuello de botella que ha impedido el despegue de la locomotora agropecuaria es que la emergencia generada por la ola invernal no ha concluido. Incluso, Corpoíca mantiene activo un plan de cinco acciones que finalizará en septiembre. El invierno acabó con las vías secundarias y terciarias del país, las cuales aún no han sido recuperadas, dijo Rafael Mejía, presidente de la SAC. LA GANADERÍA RECUPERA EL PROTAGONISMO EN EL SECTOR Aunque la actividad ganadera continúa mostrando un bajo nivel de modernización, el sector ha comenzado a mostrar fortaleza como sector exportador, e incluso ha logrado abrir nuevos mercados, como resultado de un esfuerzo de más de casi dos décadas dedicadas a erradicar la fiebre aftosa. La ganadería de ceba ha tenido mejores resultados que la producción de leche, aunque este último sector ha dado pasos claves en la industrialización y la diversificación de su oferta.