Aunque el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo Salazar, recordó que el primer trimestre de cada año es por lo general de alzas en el precio de los alimentos (ya que es época de siembras), no descartó que debido al verano, a las heladas y a los incendios forestales que se están registrando, se den mayores incrementos en los precios de algunos productos como frutas, lácteos y cebolla. Si llegaran a escasear algunos alimentos de la canasta familiar en este trimestre, manifestó Restrepo, no se descarta acudir a importaciones. Sin embargo, aseguró que por ahora el país está bien abastecido. Recientemente señaló que los precios del arroz han caído casi 30%, pero el consumidor no ha sentido un alivio. El suministro de arroz está garantizado y por eso llama la atención el comportamiento de los precios. Por esto pidió a la Superintendencia de Industria y Comercio investigar las razones de estas variaciones. En este momento el kilo de arroz se está cobrando en $2.900, cuando debería costar $2.000 en promedio. Esta alza, según el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, se debe a que los molinos les bajaron el precio a los productores y al consumidor no se le está disminuyendo nada. Sin embargo, asegura el DANE, durante diciembre pasado la cosecha arrocera de los Llanos Orientales llevó los precios del cereal a la baja en la mayoría de mercados del país. A su vez, productos como la papa pastusa y la capira comenzaron el año con una reducción en las centrales de abasto que ronda el 13%(está por debajo de $700 el kilo). En cuanto al precio de los alimentos, el presidente de la SAC estimó que entre enero y marzo podrían verse afectados los de las verduras y las hortalizas ya que al consumidor no le están disminuyendo nada. Por el lado del sector pecuario, se podría perjudicar la producción lechera, pese a que el Gobierno dio subsidios para que los ganaderos cuenten con pasturas suficientes. En los cultivos permanentes, las frutas se dañan con las heladas. Según Mejía, en esta época tiene que evitarse la especulación en el precio de los alimentos, ya que grandes superficies, abastos y demás intermediarios se están llevando unos márgenes que son injustificados. Los productores llevan las de perder por la disminución de volúmenes de producción y, en cambio, a los consumidores les suben. A pesar de este panorama, el Banco de la República proyectó que la inflación, el promedio de los indicadores de inflación básica y la mayoría de expectativas se encuentran por debajo de la meta de 3%. Al cierre del año pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se redujo a 3,1% y es cada día más probable que no se presente el Fenómeno del Niño. Con un pronóstico de un trimestre soleado, la SAC no prevé que el indicador de inflación para el sector agropecuario se salga de la barrera del 3% (en 2012 pasado se ubicó en 5,7%). Fuente: El Espectador