Créditos blandos, adquisición de maquinaria, modernización del sector arrocero y la implementación del programa de Adopción Masiva de Tecnología (Amtec), son los aspectos de política agrícola que debería tener en cuenta el gobierno nacional para no poner en riesgo las 500.000 familias que cultivan el cereal. Diálogo con Rafael Hernández Lozano, gerente general de Fedearroz. REDACCIÓN ECONOMÍA Diario del Huila, Neiva ¿Cómo les fue a los arroceros durante el primer año del TLC con Estados Unidos? Como lo esperábamos, por lo menos en el sector agropecuario y especialmente, en el de los productos sensibles; en este caso particular del arroz, el resultado no ha sido positivo. ¿La llegada de arroz norteamericano afectó a los productores locales? Vemos claramente que se han incrementado las importaciones de Estados Unidos y el año pasado, precisamente entre octubre y diciembre, cuando llegaron las primeras 79.000 toneladas exportadas de ese país en el contingente establecido por el TLC, los precios cayeron alrededor del 30%. ¿Con las importaciones de este cereal, como parte del TLC, hay riesgo para las familias que viven del cultivo? Es claro que Estados Unidos lo que persigue es el mercado colombiano y lógicamente, en detrimento de los productores nacionales. Por eso es indispensable el apoyo del gobierno nacional para sacar adelante las políticas y los planteamientos propuestos por la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), para mejorar la competitividad del sector y hacerle frente al TLC. De lo contrario, estamos poniendo en peligro el ingreso de más de 500.000 familias y el empleo rural. Es que esto afecta el empleo rural, afecta los ingresos de los campesinos y productores en general. Inicialmente, el contingente de arroz era de 79.000 toneladas, pero cada año se incrementaría, ¿esta situación no los pone contra el reloj en materia de competitividad? Los contingentes son crecientes, en los primeros seis años aumentan, cada año, el 4,5 por ciento. Por eso el plazo que tenemos nosotros para mejorar la competitividad es hasta el sexto año y ya se cumplió el primero, nos quedan cinco. Ustedes propusieron el programa Amtec, ¿qué apoyo le han solicitado al gobierno nacional? Es absolutamente indispensable el apoyo del gobierno nacional con créditos blandos a largo plazo para la adquisición de maquinaria, para modernizar el sector y poner en práctica el programa de Adopción Masiva de Tecnología (Amtec), que es lo que nosotros hemos propuesto y que ya se demostró, en las zonas piloto, que es absolutamente posible lograr costos de producción, por tonelada, similares a los de Estados Unidos. Pero para esto se necesita que los agricultores puedan adquirir maquinaria, equipos y tecnología de punta y se requieren créditos a largo plazo, con intereses que no sobrepasen el DTF + 1, que es lo que se requiere para poder modernizar la maquinaria agrícola, porque lo que tenemos está obsoleto y no cumple con los requisitos para hacer agricultura de precisión, que es la que nos lleva a la competitividad. Todos los gremios agrícolas y pecuarios se quejan por el crédito costoso para el campo, ¿cuál debería ser la política para el sector? Se necesita una política clara. Que se diga, por ejemplo, que para mejorar la infraestructura del sector arrocero se requieren unas sumas específicas y unas líneas de crédito claras y con intereses bajos. En Brasil, el sector agropecuario se desarrolló con tasas de interés que no sobrepasaron el 2% o el 5% anual; aquí estamos hablando del DTF +10 que es muy alto para este tipo de inversiones. En Colombia son más baratas las tasas de interés para comprar un automóvil de lujo que para comprar maquinaria agrícola. En los últimos días hubo debates en torno al acuerdo marco de la Alianza del Pacífico y el riesgo que este tipo de integraciones puede traer al campo colombiano, ¿los arroceros se sienten amenazados? La Alianza del Pacífico es una amenaza para el sector arrocero porque no son solamente los cuatro países involucrados (Colombia, Perú, Chile y México), sino que aspiran a ingresar naciones asiáticas y otros países como Uruguay, que son grandes exportadores de arroz y se cometería el mismo error que con el tratado de libre comercio con Estados Unidos. Yo espero que el arroz y los demás productos sensibles queden excluidos de este tipo de acuerdos, porque no se puede seguir sacrificando la agricultura de ciclo corto en Colombia en aras de favorecer otros sectores de la economía. ¿Cómo ha sido el apoyo del Ministerio de Agricultura con respecto a los riesgos para el campo colombiano con la llegada de la Alianza del Pacífico? En esto tengo que resaltar el interés marcado que ha tenido el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, que ha estado de nuestro lado y él se opone a que ingresen este tipo de productos a la Alianza del Pacífico, pero otros ministerios como el de Comercio, están interesados en cosas diferentes. Yo creo que hay que pensar más en el campo colombiano, en el empleo rural y en nuestros campesinos. Adopción de tecnología en el Huila ¿Qué resultados ha dado Amtec en el Huila? En el Huila ya hay resultados de las primeras fincas piloto que se han escogido, especialmente en El Juncal (Palermo), a pesar de ser una zona difícil por los problemas de riego y bombeo, entre otros; las conclusiones son espectaculares. Se ha logrado, por ejemplo, reducir costos de producción por hectárea hasta en un 33% y también disminuir la semilla de 220 kilogramos por hectárea a 109 kg/ha y las aplicaciones de fungicidas se han reducido de tres a una o una y media. Lo mismo ha ocurrido con el agua. Se ha bajado de 12.000 metros cúbicos por hectárea a 8.500 m3. En los jornales de mantenimiento se ha reducido de siete a menos de cinco. Hay una contracción del valor en dólares de una tonelada de paddy de 614 dólares a 417 dólares. Eso pone a los agricultores casi al nivel de competitividad de los arroces provenientes de Estados Unidos. ¿Considera que estas evaluaciones son suficientes para los arroceros locales? Creo que son resultados muy contundentes e importantes para los arroceros del Huila. ¿Cuál es el paso a seguir en el programa Amtec en el departamento? La Federación está exigiendo equipos de adecuación de tierras, niveladoras, sembradoras de precisión, equipos de rayos láser, entre otros, para apoyar a los agricultores a través de los comités de arroceros o de los distritos de riego para hacer adecuación y hacer vitrinas demostrativas y ayudarles a adecuar a los pequeños productores. Fedearroz presentó el Amtec para enfrentar el TLC con EE. UU., ¿estos resultados son los que ustedes esperan? La única manera de hacernos competitivos es precísamente, reduciendo los costos de producción y aumentando los rendimientos por hectárea y ya, como hemos visto, se están dando en las fincas de diversas regiones arroceras del país, entre ellas el Huila. ¿Y los efectos del cambio climático en el arroz? Amtec fue una idea de la Federación ante la amenaza del tratado de libre comercio con Estados Unidos y el cambio climático. ¿Por qué? Porque el cambio climático se controla un poco es mediante el manejo del cultivo y el manejo tiene que ver con las prácticas que se hagan en el cultivo con las densidades de siembra y con la nivelación del suelo, entre otras. ¿Tienen el tiempo suficiente para mejorar la competitividad del sector arrocero frente a los años de gracia del TLC? También estamos buscando la competitividad para los productores, porque definitivamente, los años de gracia que tenemos son seis, de los cuales ya se cumplió el primero y nos quedan cinco. Nosotros necesitamos producir arroz a costos similares a los de Estados Unidos, inclusive por debajo como se ha logrado en algunas zonas de Córdoba y el Tolima. ¿De dónde nació la idea del Amtec? Nosotros fuimos a Brasil y vimos qué se estaba haciendo. Observamos las bondades que tenía ese tipo de proyecto en Brasil y lo trajimos para hacer la adopción de la tecnología que tenemos disponible y que es la que se está aplicando y que está dando los resultados que se esperaban. Fuente: Diario del Huila.
