El balance del año 2020 para el sector arrocero colombiano fue muy positivo. El sector en términos de valor creció cerca de un 40% al pasar de 3,2 billones de pesos en ventas de paddy verde en el 2019 a cerca de 4,5 billones de pesos en el 2020. Esto fue posible por los siguientes motivos:

- El área cosechada de arroz creció de 518 mil hectáreas en el 2019 a 580 mil en el 2020, es decir más de un 12% en áreas. Esto en razón a que el gobierno exceptuó al sector de las medidas de confinamiento y la demanda de arroz al inicio de la pandemia se veía muy fuerte por efecto de las compras nerviosas de los consumidores. De la misma manera, el gobierno le solicitó al sector promover la siembra para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria.

- La productividad o rendimiento por hectárea creció en todas las zonas arroceras, las cuales registraban en promedio en el 2019 unos rendimientos cercanos a 5,8 toneladas por hectárea, mientras que en el 2020 se estima que puedan estar cercanos a las 5,9 toneladas. Esta productividad se da gracias al mayor uso de los productores de semilla certificada y en general a un buen comportamiento en el clima en todo el país durante la cosecha.

- Los precios al productor que en el 2019 se encontraban en promedio en 1 millón de pesos por tonelada de arroz, se incrementaron a cerca de 1,3 millones de pesos por tonelada, dado por una parte, por el incremento en los costos incurridos en el cultivo y por otra, por la depreciación de la tasa de cambio que ayudó a que las importaciones llegaran a precios un poco más altos.

El año 2021 viene con grandes retos para el sector arrocero. El aumento en la producción de 2020 no fue absorbido completamente por el mercado, por lo que el inventario inicial para dicho año se encontraba en 652 mil toneladas y se cerró el año con 1,104,000 toneladas de arroz paddy seco, el nivel más alto de la historia. Con el inventario actual que, en conjunto con la producción del primer semestre, es suficiente para cubrir las necesidades de consumo, estimamos que no se den las importaciones y eso logre amortiguar en parte la caída que se está generando actualmente en los precios del arroz.

En todo caso, seguimos insistiendo al gobierno que se verifiquen las condiciones en las que fueron firmados los acuerdos comerciales como el de la Comunidad Andina, de donde el año 2020 llegaron más de 90 mil toneladas importadas de arroz blanco. En el caso del acuerdo de los Estados Unidos, las importaciones se realizan actualmente en el marco de contingentes arancelarios que se subastan. La buena noticia es que la primera subasta en la que se esperaban importar cerca de 82 mil toneladas, tan solo tuvo ofertas por seis mil quinientas toneladas, lo que reduce en parte esta presión de importaciones.

En todo caso, el Consejo Nacional del Arroz, en cabeza del Ministerio de Agricultura, se reunió y ha insistido a los productores que este año se vuelva a sembrar un hectareaje similar al de 2018 – 2019, es decir 520 mil hectáreas, con el fin de evitar excesos que nos puedan llevar a una nueva crisis como ocurrió en épocas previas como fueron los años 2009, 2013 y 2017, en los que por aumentar la oferta de manera significativa muchos productores terminaron vendiendo su cosecha por debajo de los costos de producción.