Dados los altos inventarios con los que iniciaron los molinos el año 2021, no se espera tener unas importaciones significativas de arroz. Por el contrario, el sector ha estado en compañía del Ministerio de Agricultura y otras entidades como Procolombia buscando alternativas para exportar, pero esta tarea no ha sido fácil principalmente porque se debe competir contra subsidios que aplican otros países, un mercado internacional lleno de arroz de productores que no se enfrentan a limitaciones de infraestructura en riego, vial y grupos al margen de la ley que hacen mayores los costos del país frente al mercado internacional.

En todo caso, Fedearroz ha venido insistiendo desde el 2012 en que es necesario para mejorar la competitividad adoptar tecnología para incrementar rendimientos y disminuir costos, razón por la que se implementó el programa AMTEC, que ha permitido ganar competitividad a muchos de los productores ante la inminente amenaza de los tratados de libre comercio.

La mayor crisis económica que ha registrado el país en su historia causada por la pandemia del COVID 19, ha generado disminución en el consumo de arroz y la consecuente caída en los precios. Esto ha estado acompañado con la recuperación económica en otros países desarrollados que han llevado los precios de los combustibles al alza, con impactos en el transporte internacional y además con una depreciación del peso colombiano frente al dólar, se presentaron incrementos significativos principalmente en los precios de insumos importados como los fertilizantes.

Estos acontecimientos nos refuerzan aún más la propuesta de que el camino previsto con la creación del programa AMTEC es el correcto y los agricultores deben hacer una correcta planeación, uso de semilla certificada y manejo integrado del cultivo, al igual que un seguimiento de costos de su cultivo, de tal manera que con un análisis previo de suelos y condiciones de cultivo se puedan utilizar los insumos de manera prudente con asesoría técnica.