2 de Marzo de 2022
Los arroceros esperamos que en el 2022, continúe la recuperación de los precios del paddy, y que de igual manera se produzca la normalización de las cadenas de suministro a nivel mundial para que los precios de los insumos no continúen al alza, o aun cuando menos se estabilicen, de tal manera que permitan unos costos de producción aceptables y unos precios que devuelvan la rentabilidad a los agricultores.
Es muy importante tener presente que adoptando la tecnología del programa AMTEC de FEDEARROZ, se han logrado considerables resultados de mayor productividad y menos costos de producción, por lo que adoptar y/o fortalecer tales prácticas en tiempos de crisis es aún más necesario, pues bien sabemos que las alternativas para controlar los precios de las materias primas y los insumos, son muy lejanas como quiera que la causa de la situación, escapa del control del gobierno.
Por ello, la herramienta al alcance de todos es continuar implementando las buenas prácticas (planeación del cultivo, análisis de suelos, adecuación de suelos, usar semilla certificada, sembrar con sembradora de surco lo que a su vez permite bajar la densidad de siembra). Así mismo, a la hora de planear el cultivo es preciso que el productor lo haga en los mejores lotes, haciendo rotación de cultivos ya que ello ayuda a la reducción en la utilización de fertilizantes y herbicidas. En lo que hace a la producción cosechada, es conveniente que parte de esta se almacene para que el arroz deje de ser perecedero y se pueda esperar el momento para comercializarlo a un mejor precio, que ocurre cuando hay menor presión en el mercado.
Todas estas prácticas son decisivas para contribuir al fortalecimiento del sector arrocero y mejorar la capacidad de competir en el mercado internacional. Por supuesto, la recuperación del sector también requiere que el gobierno mantenga el apoyo con los programas de asistencia técnica y en el establecimiento de mecanismos que ayuden a mitigar el impacto de los costos de los insumos, porque esto es fundamental para garantizar las siembras del primer semestre del año 2022, con lo que se continuará asegurando el empleo rural y la seguridad alimentaria de la población, en especial, la de menores ingresos.
No podemos olvidar al margen de este análisis, que Colombia lleva dos años de autosufciencia en la producción de arroz, tiempo durante el cual no se han necesitado de importaciones para cubrir la demanda de este alimento.
Es ideal que en 2022 la producción nacional siga atendiendo la demanda interna, sin generar excedentes que nos causen dificultades en la comercialización. Mientras no existan condiciones favorables que nos permitan vender la sobre producción a otros países, debemos ajustar las siembras a las necesidades locales, para no afectar los ingresos de los productores.