La inflación anual al mes de marzo acumuló el 8,53%, valor que es significativamente más elevado que las metas fijadas por el Banco de la República que históricamente ha esperado que la inflación esté entre el 2 y el 4%.

En el comportamiento puntual de marzo del presente año, el conjunto de los alimentos registró un incremento anual de 26,3%. No obstante esta elevada cifra, el arroz tuvo un aumento de tan solo el 0,5% en los últimos 12 meses, lo que demuestra que este producto no ha tenido mayor impacto en este proceso inflacionario.

Esta difícil situación se ha dado principalmente por dificultades en las cadenas de abastecimiento de insumos importados y materias primas, especialmente en la producción de alimentos. Estas barreras iniciaron en el 2021 a raíz de restricciones por la pandemia, y no obstante la recuperación económica del 2021, sigue la afectación negativa por la Guerra Rusia - Ucrania.

A pesar de la cuota inflacionaria baja del arroz, a medida que los nuevos costos de producción, afectados principalmente por los precios de los fertilizantes y demás agroinsumos comiencen a trasladarse a los precios de la cosecha, el precio del arroz sufrirá un ajuste.

El inconveniente principal con el incremento generalizado de precios que se está registrando, tiene unas causas internacionales derivadas de las dificultades de oferta y de la logística en las cadenas de suministro; y no necesariamente en un problema de demanda, el cual generalmente es corregido por el Banco de la República mediante incrementos en tasas de interés.

Ante la enorme importancia del sector productivo de alimentos, se deben establecer medidas gubernamentales que favorezcan a los productores, para la adquisición de insumos o aprobación de créditos flexibles, con el fin de crear condiciones que les permitan generar la oferta adecuada para el país, atenuando así la afectación de los precios al consumidor.