Las últimas noticias de uno los mayores productores de arroz en el continente, como es Estados Unidos, señalan que empieza a generarse una contracción en la producción de este cereal, que sin duda es una de las principales fuentes de alimentación.

De acuerdo con el reciente reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, se estima que la cosecha del año 2022 y el 2023 en dicho país, tendrá una producción cercana a 182,7 millones de quintales (aproximadamente 9,3 millones de toneladas de paddy), lo que signica una reducción del 5% frente a la cosecha del año 2021, que ya había registrado menor producción con una caída del 15% frente al año anterior.

Este comportamiento está originado en las sequías en el estado de California, que principalmente generan una reducción en la producción de arroz de grano corto y medio. En el caso del arroz grano largo, se estima una reducción en la producción del 3%, la cual se da a raíz de lluvias que retrasaron las siembras en estados como Arkansas y Missouri. Algunos analistas también señalan que, ante el mayor precio internacional del maíz y la soya, algunos productores han sustituido las siembras de arroz hacia estos productos.

Estos comportamientos, tendrán sin duda una incidencia en el mercado mundial del arroz, como se deduce claramente de las informaciones según las cuales ya se ha estimado que las exportaciones de este grano se verán reducidas en un 9% lo que haría que fueran las más bajas de los últimos 20 años. Ante estas perspectivas se puede prever un mayor precio del arroz estadounidense, situación que podría verse, al menos a corto plazo, como una noticia positiva para los arroceros colombianos.

Un mayor precio del arroz en Estados Unidos, lleva a que el envío de este producto a otros países resulte menos atractivo, no solo porque llegaría más alto a países como Colombia, sino porque la disponibilidad de los inventarios será menor, lo cual incide directamente en el interés que puedan tener importadores colombianos.