27 de Febrero de 2023
El 2022 fue en el sector arrocero nacional un año modelo, teniendo en cuenta las positivas cifras que de su evaluación se desprenden, como insumo que vale la pena tener en cuenta a la hora de planificar correctamente las siembras para el 2023.
En primer lugar tal como lo reveló recientemente el Dane, producto de la Encuesta Nacional de Arroz Mecanizado realizada con Fedearroz, correspondiente al área sembrada en el segundo semestre de 2022, que fue de 177.221 hectáreas, se presentó una recuperación del área a nivel nacional, incrementándose en un 16,6% con respecto al mismo periodo del 2021.
De esta manera el área total sembrada en el 2022 llegó a 539.915 hectáreas, resultado que se dio pese al fuerte incremento de los costos de producción, debido especialmente al alza de fertilizantes luego de la guerra en Ucrania. La positiva cifra fue producto también de que los productores vienen adoptando los parámetros tecnológicos del programa AMTEC de Fedearroz, lo cual además permitió volver a abastecer el mercado con alimento producido 100% en Colombia, garantizando cubrir la demanda nacional en el primer semestre del 2023.
El comportamiento favorable del sector en el 2022, se dio por el adecuado manejo que dieron los agricultores a los costos de producción y al mejoramiento de los precios pagados al productor, quien volvió a recuperar rentabilidad en el cultivo.
A este aspecto contribuyó en gran medida que el área final sembrada el año anterior, no generó excedentes de producción, lo que indica con claridad que planear las siembras teniendo en cuenta este factor, va a garantizar en el presente año resultados favorables a los productores como los que hoy se conocen de la evaluación de la cosecha del 2022. Se trata entonces de hacer una óptima planeación de las siembras teniendo en cuenta además, lo relacionado con los recursos de nanciamiento para el cultivo, dadas las altas tasas de interés.
De esta manera estaremos generando las condiciones para que en el 2023 sigamos desarrollando un cultivo sostenible, haciéndolo en los lotes de mayor eciencia, teniendo en cuenta la época de mejor oferta ambiental, aplicando todas las recomendaciones para optimizar el uso de las tecnologías disponibles y siendo conscientes de que tomar decisiones por fuera de tales parámetros, puede implicar riesgos que cada agricultor deberá asumir como parte de su empresa productiva.