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8 de Mayo de 2023

Incentivo al almacenamiento: una herramienta inspirada ante todo por el bien común

El programa de incentivo al almacenamiento de arroz es un instrumento de política del sector arrocero que se viene implementando desde el año 1997, luego de la liquidación del IDEMA, para evitar graves afectaciones a la comercialización de la cosecha.

El incentivo operado por la Bolsa Mercantil de Colombia, ha sido de gran importancia para el sector arrocero al tener en cuenta los efectos en la racionalización de la oferta de arroz paddy al mercado, mediante el retiro de una parte de los inventarios disponibles en el segundo semestre del año para comercializarlos en el momento que estos disminuyen.

El arroz que se retira gracias al incentivo sirve para para abastecer el mercado en el primer semestre del siguiente año. En virtud de tal herramienta, el gobierno destina recursos para asumir parte de los costos del almacenamiento, a cambio de que el precio pagado al agricultor por el arroz paddy verde, esté dentro de una franja que evite que el costo de la estacionalidad de la cosecha lo asuma el productor y se garantice el abastecimiento al consumidor durante la época deficitaria.

Es en esta misma época en la que se concentran las mayores siembras de arroz en el país, por ser la única en la que pueden hacerlo extensas áreas de los Llanos Orientales y el Bajo Cauca, zonas estas en las que igualmente se concentra la cosecha durante 3 meses del segundo semestre del año, dando lugar a altos inventarios de arroz, que de no existir el Incentivo que permita guardar los excedentes, se puede generar una caída de precio al productor, que no solo repercute en las zonas de secano, sino que afecta a todo el país en un efecto dominó.

Por esta razón es de vital importancia el incentivo al almacenamiento que genera un efecto estabilizador de precios de compra al productor y reduce su caída en el segundo semestre del año.

Para el agricultor que decida guardar parte de su cosecha, a través de terceros o mediante su propio emprendimiento, el incentivo le permite asumir gastos por limpieza, secado y almacenamiento en los que debe incurrir, como quiera que el arroz paddy al salir del lote es perecedero.

El incentivo es el único instrumento que en las actuales condiciones del sector arrocero, con más del 50% del área se siembra en sistema secano, crea condiciones de estabilidad del mercado, que resultan fundamentales no solo para la permanencia de un sector donde cerca del 70% de sus actores primarios son pequeños cultivadores, sino para que el arroz siga siendo uno de los garantes de la seguridad alimentaria nacional. Lograr su continuidad debe ser una decisión lejos de toda duda, porque como si se tratara de un imperativo categórico, las razones de su existencia apuntan al bien común.