Varios organismos internacionales han alertado sobre la inminente llegada del Fenómeno del Niño, coincidiendo con lo que desde el gremio hemos advertido meses atrás, desde cuando venimos observando temperaturas inusualmente altas, un fenómeno que no debe pasarse por alto. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, el aumento de las temperaturas se ha convertido en una amenaza constante para nuestras prácticas agrícolas y la seguridad alimentaria. En este contexto, es esencial resaltar la importancia de prepararse adecuadamente para el Fenómeno del Niño, evitando así pérdidas significativas de los productores y garantizando la producción del alimento para nuestra población.

Los efectos anotados del Fenómeno del Niño, un patrón climático caracterizado por un calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico, puede dar lugar a sequías prolongadas, cambios en los patrones pluviométricos y otras condiciones meteorológicas extremas que en algunos lugares incluye excesos de lluvias provocando inundaciones.

Esto a su vez, afecta gravemente la producción de cultivos, por lo que merece la pena destacar que desde Fedearroz desde hace un par de meses venimos capacitando a cientos de agricultores en las mejores prácticas para enfrentar este fenómeno, en virtud de lo cual ya se han dictado más de 20 charlas técnicas.

De igual manera hemos impreso y distribuido más de 3 mil cartillas con recomendaciones de nutrición, adecuación de terrenos, riego y manejo del agua, entre otros y seguimos participando en las mesas agroclimáticas en conjunto con el IDEAM, a fin de hacer seguimiento permanente al comportamiento del clima en todo el país.

Otro hecho a resaltar, es que más de 450 agricultores han tomado la decisión de guardar parte de su cosecha de arroz en las instalaciones de secamiento, almacenamiento y trilla de la Federación, preparación anticipada valiosa para garantizar la disponibilidad de alimentos en el próximo semestre.

El almacenamiento adecuado es una estrategia clave para enfrentar los desafíos climáticos. Al resguardar sus cosechas en instalaciones diseñadas para mantener la calidad y la frescura de los productos, nuestros agricultores están tomando medidas proactivas para minimizar las pérdidas y asegurar que los alimentos lleguen a nuestra mesa cuando más los necesitemos.

Además de destacar la preparación de nuestros agricultores frente al Fenómeno del Niño, es fundamental reconocer la labor del Estado en el otorgamiento de recursos para apoyar las pólizas de seguros agropecuarios, los cuales desempeñan un papel crucial en la protección de nuestros productores ante los desafíos climáticos y en la preservación de la seguridad económica de las comunidades rurales. En todo caso, se requiere ampliar estos apoyos a todo tipo de productores.

El apoyo del Estado en la forma de subsidios a las primas de seguros agropecuarios es una medida proactiva que alivia la carga nanciera de los agricultores. Esto permite que más productores accedan a esta herramienta esencial de mitigación de riesgos, asegurando así que estén protegidos en caso de desastres naturales. Los seguros agropecuarios son una inversión en la estabilidad de nuestro sector agrícola y en última instancia, en la seguridad alimentaria de nuestro país.

En resumen, la preparación para el Fenómeno del Niño y la protección de nuestros agricultores ante eventos climáticos extremos son pasos esenciales para garantizar un suministro de alimentos seguro y sostenible. El diseño de planes de acción desde la gremialidad, a lo que se suman las medidas proactivas de los agricultores y el apoyo gubernamental en forma de seguros agropecuarios, es la clave para enfrentar el enorme desafío que signica el Fenómeno “del Niño”.