13 de Agosto de 2024
El arroz se ha consolidado como un pilar fundamental de la dieta diaria de los colombianos. Los datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE para 2023, revelan un notable incremento en el consumo per cápita de arroz en 2023, lo que refleja la relevancia cultural de este cereal y su rol crucial en la seguridad alimentaria del país.
Con una población de 52,3 millones de habitantes, es significativo que más del 98% de los hogares colombianos consuman arroz, alimento esencial en la dieta cotidiana. El consumo semanal promedio de 1,8 libras por persona se traduce en un consumo anual de aproximadamente 46 kilogramos per cápita, lo que significa un aumento progresivo con respecto al consumo de hace 5 años, cuando era de 41 kilogramos.
Bogotá, la capital del país, lidera el consumo total con cerca de 350 mil toneladas de arroz blanco anuales. Le siguen de cerca Antioquia y Valle, con 290 mil y 230 mil toneladas respectivamente. Sin embargo, cuando analizamos el consumo per cápita, se destacan departamentos como Córdoba con 71 kg por persona, Sucre con 70 kg y Cauca con 57 kg, evidenciando una demanda significativamente mayor en estas regiones.
Este comportamiento en el consumo no solo es una buena noticia para el sector arrocero, sino que también resalta la importancia de este alimento en la dieta de los colombianos. El arroz es una fuente accesible de energía y ha demostrado ser un producto versátil que se adapta a diversas preparaciones culinarias, consolidándose como un alimento nutritivo y de alta calidad.
El aumento en el consumo de arroz también ha implicado un desafío para los productores y para la cadena de suministro del país y es la de garantizar que este incremento en la demanda se maneje de manera sostenible, asegurando que los métodos de producción sean eficientes y respetuosos con el medio ambiente, objetivo prioritario dentro de todos los proyectos que ejecutamos en Fedearroz, con dineros del Fondo Nacional del Arroz y con recursos propios, lo que ha llevado a inversiones en tecnologías de última generación para el sector agrícola y en la infraestructura necesaria para mantener la calidad y la disponibilidad del arroz en todos los rincones del país.
En conclusión, el incremento del consumo de arroz en Colombia en 2023 es una señal positiva para la seguridad alimentaria y el bienestar nutricional de la población. Este aumento no solo refuerza la importancia del arroz en la dieta colombiana, sino que también subraya el compromiso de los productores arroceros en proporcionar este alimento nutritivo y de alta calidad. El reto ahora es mantener este crecimiento de manera sostenible, asegurando que el arroz continúe siendo un alimento básico y fundamental en la dieta de todos los colombianos.